Al estudiar la seguridad del implante en el posparto, los efectos secundarios que refirieron sus usuarias eran cefaleas (45%), nerviosismo (25%), caida de pelo (10%) y náuseas (5%), mientras que las usuarias del AMPD tuvieron calambres abdominales (10%), acné (5%), náuseas (5%) y cefaleas (2%). Todos estos efectos son comunes a otros métodos de solo gestágenos , como la minipíldora, salvo las cefaleas, que son exclusivas del implante y que son referidas más frecuentes cuando se inserta en el posparto inmediato que en otros momentos, pero que no motivaron discontinuación. No se observaron efectos perjudiciales en los parámetros clínicos o metabólicos maternos ni en el crecimiento del recién nacido, por lo que parece un fármaco seguro, incluso en el posparto inmediato. Con respecto al metabolismo lipídico, se sabe que en los primeros meses de uso del implante de etonogestrel hay alteraciones del colesterol, los triglicéridos, el cHDL, el LDL, con aumento o disminución de algunos parámetros según los diferentes estudios pero sin significación clínica, que retornan a la normalidad tras un tiempo de uso y que no suponen un riesgo aterotrombótico.
Este artículo está publicado en una revista de buen nivel científico e índice de impacto. Es novedoso, pues estudia la seguridad sobre la madre y recién nacido de implantes de gestágenos administrados en las primeras 24-48 h posparto. Aunque es un estudio prospectivo y bien realizado desde el punto de vista metodológico, el tamaño muestral es pequeño, si bien, los buenos resultados obtenidos pueden servir de estímulo para realizar otros trabajos con mayor número de casos que ilustren sobre los posibles efectos que los gestágenos pudieran tener sobre la madre y el recién nacido al administrarlos de forma tan temprana, tema poco investigado. Según los informes disponibles, es el primero que estudia resultados de esta medicación en el posparto inmediato. Hay estudios sobre implantes de gestágenos en la lactancia comparándolos con DIUs no hormonados, pasadas las 4 semanas posparto. No se observó que el gestágeno asociado provocara alteraciones en crecimiento, peso, diámetro biparietal o desarrollo psicomotor.
Anticoncepción posparto
La OMS recomienda esperar 6 semanas posparto para el inicio de la anticoncepción con sólo gestágenos. Según la Conferencia de Consenso de la SEC, los anticonceptivos de sólo gestágenos, en cualquiera de sus formas y con sus distintas vías y posologías no están contraindicados en la lactancia y el posparto inmediato, y se pueden comenzar a utilizar de forma temprana tras el inicio de la lactancia, sin que haya que esperar a la cuarentena o a la primera regla ya que no influyen en el crecimiento ponderal del recién nacido, ni en la calidad de la leche y no tiene efectos tromboembólicos. Sin embargo, su uso tiende a retrasarse de forma generalizada, sobre todo en las formas de administración orales, con algunos abandonos de la anticoncepción. El implante de ETG tiene la ventaja con respecto a la píldora de gestágenos que no necesita una toma diaria, tiene una alta eficacia y la liberación de ETG dura unos 3 años, permitiendo una anticoncepción adecuada para espaciar las gestaciones y disminuir la morbi-mortalidad materna y neonatal relacionada con el período corto entre gestaciones.
No sería necesario el uso de anticoncepción en las primeras 3 semanas tras el parto, pues hay una fase de infertilidad por retraso de la ovulación en todas las mujeres. En las que no lactan, el tiempo medio de aparición de la primera ovulación es de 45 días, y en las que lactan el retraso de la ovulación es aún mayor, con pocas probabilidades de gestación. Este riesgo permanece bajo, menor al 2%, si se cumplen las condiciones del método de lactancia-amenorrea (MELA). Este método es el usado principalmente en países en vías de desarrollo, pero en nuestro entorno la lactancia materna exclusiva se abandona de forma temprana, pasando a las accesibles leches maternizadas de buena calidad. Debemos conocer otros métodos anticonceptivos eficaces alternativos.
Conclusión
Es un hecho conocido que un 2-10% de las mujeres puede quedar embarazada antes de la primera menstruación posparto, pues la ovulación, puede ocurrir alrededor de los 25 días tras el parto. Por ello, deben ser informadas de que no es conveniente esperar el comienzo de la menstruación posparto para iniciar la anticoncepción, ya que las puede poner en riesgo de embarazo no deseado (grado de evidencia B). Las mujeres deberían conocer todos los métodos anticonceptivos hormonales y no hormonales para poder elegir el que más les convenga y que, además, sea usado de manera efectiva. Deberíamos plantearnos asesorar a las mujeres de forma temprana, durante la preparación al parto o en su ingreso en el hospital, en el posparto inmediato, de forma que el método contraceptivo esté prescrito ya al alta y trasladar la revisión puerperal a las 3 semanas posparto.
Los métodos con sólo gestágenos, de acción prolongada, como es el caso del implante liberador de ETG, se han introducido recientemente y tal vez sería necesario aumentar el conocimiento sobre ellos por parte de los profesionales de la salud para que puedan ejercer un consejo anticonceptivo correcto y más completo, y asegurarse de una adecuada formación para su inserción y extracción, ya que su uso incorrecto puede destruir la confianza depositada en un buen método.