¿Síntomas de menopausia?
COORDINADORA DE LA UNIDAD DE MUJER EN LA MADUREZ
Isabel Guzmán
Isabel Guzmán Monferrer, graduada en Medicina por la universidad CEU Cardenal Herrera en 2019, Máster en Investigación en Atención Primaria por la universidad Miguel Hernández en 2020 y médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria por la Unitat Docent Multiprofesional d´Atenció Familiar i Comunitària de Castellón en 2023.
El climaterio es una etapa de la vida de la mujer en la que se produce el cambio de la edad fértil a la no fértil. Con el agotamiento folicular del ovario se produce un descenso de los estrógenos que deriva en multitud de cambios físicos y psíquicos, no solamente a nivel ginecológico.
Desde el punto de vista de un médico de familia es muy importante el control de todos estos cambios que pueden aparecer en la menopausia y hacer una valoración conjunta para mejorar la salud de la paciente con síntomas, previniendo riesgos y complicaciones, mejorando así su calidad de vida.
Los sofocos son el síntoma más frecuente y que más consultas genera, pero también hay otros como la atrofia de mucosas. El tratamiento precoz de estos síntomas puede ayudar a prevenir entre otros, infecciones vaginales o del tracto urinario.
Con los cambios hormonales también disminuye el grosor de la piel y su contenido de colágeno con su consecuente sequedad y picor.
A nivel psicológico, la menopausia suele coincidir con momentos vitales importantes, es una edad en la que por un lado, los padres se hacen mayores y requieren cuidados y por otro, los hijos dejan el hogar, comienzan estudios o se desapegan del núcleo familiar. Hay estudios que postulan la relación entre los cambios de niveles de estrógenos con el humor y en muchos casos además de una escucha activa, la paciente necesita complementos farmacológicos para poder superar esta fase. Esto también se relaciona con trastornos del sueño, tanto de conciliación, como de mantenimiento, como de despertar precoz y en muchos casos problemas de memoria y concentración.
A nivel físico suele haber un cambio en la distribución de la grasa, el perímetro abdominal aumenta y se pierde masa muscular. Estos cambios pueden generar rigidez de las articulaciones y molestias musculares. También es en esta etapa cuando la mujer pierde aproximadamente el 70% de la masa ósea, lo que favorece las fracturas.
A nivel cardiovascular hay que hacer un control más estricto de factores de riesgo, control de tensión arterial y de parámetros analíticos como es el colesterol para en caso de ser necesario hacer un ajuste de medicación y prevenir futuros eventos cardiovasculares.
Por todo ello, un seguimiento tanto ginecológico como de médico de familia, es la mejor opción y la más segura en cuanto al diagnóstico, tratamiento y prevención de posibles patologías que surgen en esta etapa de la vida.